El deseo es definido como un sentimiento
enorme que posee una persona por conseguir
un objetivo determinado, la aspiración,
esperanza o anhelo que se origina en un individuo
y que tiene un origen y un fin de saciar un gusto.
Por otro lado, la palabra Engañoso se
refiere a que nos hace caer en el error o el engaño.
Por lo que podemos entender, que los deseos engañosos, son deseos que nos llevan a tomar decisiones “aparentemente” buenas,
ya que el engaño se presenta de esta manera,
y no solo hasta que se manifiestan las consecuencias, nos damos cuenta del error que hemos cometido.
La palabra nos advierte que, en nuestro pasado,
hemos tomado decisiones equívocas por culpa de
los deseos engañosos, vamos a:
Efesios 4:22-23
22 En cuanto a la pasada manera de vivir,
despojaos del viejo hombre,
que está viciado conforme a los deseos engañosos,
23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
La única manera de renovar nuestra manera de pensar, y dejar de ser sabios en nuestra propia opinión,
es cultivando nuestra relación con Dios,
por eso debemos orar todos los días,
ya que solo así evitaremos caer en
los deseos engañosos.
La palabra de Dios nos guía, vamos a
Salmos 119:105
105 Lámpara es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera a mi camino.
Este versículo se refiere a que la palabra alumbra nuestro entendimiento para tomar las decisiones acordes a esta, esto es por fe.
Dios nos va trasformando de Gloria en Gloria,
el viejo hombre desaparece, y nuestra manera de pensar es renovada por la palabra de Dios para
ser hacedores, solo así podremos disfrutar
del reino de Dios aquí en la tierra.
Para finalizar recordemos lo que dice en
Mateo 6:33
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas