Vamos a compartir algunos versículos que
nos recuerdan que Dios es nuestra
fortaleza todo el tiempo.
Salmos 46:1
Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Nahúm 1:7
Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia;
y conoce a los que en él confían.
Salmos 18:1-2
Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová,
roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Habacuc 3:19
Jehová el Señor es mi fortaleza,
Salmos 27:1
Jehová es mi luz y mi salvación;
¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida;
¿de quién he de atemorizarme?
Salmos 28:7
Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
En él confió mi corazón, y fui ayudado,
Por lo que se gozó mi corazón,
Y con mi cántico le alabaré.
Fortaleza se define como la capacidad de una
cosa para sostener, soportar o resistir algo.
En todo tiempo quien nos sostiene,
nos protege y nos guarda, es el Dios vivo.
Oramos para llegar a exclamar, “Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece” con total seguridad.
Para finalizar vamos a una promesa maravillosa:
Efesios 3:20
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.