En el tiempo que apartamos para trabajar
en nuestra relación con Dios, debemos orar,
leer la palabra y alabar.
Vamos a iniciar con la oración:
Orar es hablar con Dios, la palabra dice que
nos podemos acercar confiadamente
al trono de la gracia.
Pero ¿Que la vamos a decirle a Dios en
este tiempo de oración ? la respuesta está en su palabra, en Colosenses 4:2
2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;
Y en 1 Tesalonicenses 5:18
18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Es decir, que en el tiempo de oración debemos
dar gracias por todo,
tanto lo malo como lo bueno.
No es necesario un vocabulario rebuscado,
ni imitar a nadie, sencillamente es decirle a Dios gracias por lo que vivimos cada día.
Al darle gracias a Dios valoramos todo lo que nos
ha dado, de esta forma nos guarda
de caer en la ingratitud.
La palabra nos dice en Colosenses 3:15
…y sed agradecidos.
En la siguiente historia de la multiplicación de
panes y peces, Jesús da las gracias por la
provisión que hay, independiente de la cantidad porque el milagro sucede,
Vamos a Juan 6:9-13
9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco
panes de cebada y dos pececillos; mas
¿qué es esto para tantos?
10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente.
Y había mucha hierba en aquel lugar;
y se recostaron como en número de
cinco mil varones.
11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.
12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada.
13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.
Para finalizar vamos a la siguiente promesa de
Dios para tu vida en
Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas
las cosas mucho más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros