Hebreos 13:9
No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas.
Este versículo nos advierte sobre las doctrinas diversas y nos exhorta a fortalecer nuestros corazones con la gracia de Dios, en lugar de preocuparnos por ceremonias y ritos que no traen beneficio espiritual.
En medio de tanta información y confusión, podemos desviarnos del camino de la fe.
El autor de hebreos comienza con una clara advertencia:
“No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas”.
hoy en día, enfrentamos una multitud de ideologías y filosofías que pueden parecer atractivas pero que, en realidad, pueden alejarnos de la verdad de Dios.
El apóstol Pablo, en su carta a los Gálatas, también advierte sobre el peligro de desviarse del verdadero evangelio:
Gálatas 1:6
Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente
La coherencia en las Escrituras nos muestra la importancia de mantenernos firmes en la Gracia de Dios, sin ser llevados por vientos de doctrinas que no provienen de Dios
El versículo continúa diciendo:
“porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas”.
El versículo hace énfasis en que la fortaleza Espiritual no proviene de prácticas externas o rituales, sino de la gracia de Dios.
En tiempos del Antiguo Testamento, las leyes y los sacrificios eran una parte integral del culto a Dios, pero con la venida de Cristo, esto cambió, de lo externo a lo interno, de los rituales a la relación personal con Dios.
Jesús mismo subrayó este cambio cuando dijo:
Mateo 15:11
“No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre, sino lo que sale de la boca; esto contamina al hombre”
La gracia, es lo que transforma y fortalece nuestros corazones.
No son las prácticas religiosas externas las que nos acercan a Dios, sino su gracia que opera en nuestros corazones
El versículo concluye diciendo:
“que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas”.
La palabra de Dios señala la inutilidad de centrarse en reglas y rituales para alcanzar la verdadera espiritualidad.
En la historia de Israel, a pesar de seguir estrictamente las leyes alimentarias, muchos israelitas no lograron vivir vidas que agradaran a Dios, porque sus corazones no estaban transformados.
El apóstol Pablo también aborda este tema en la carta a los Colosenses:
Colosenses 2:16
“Nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo”
Estas cosas son una sombra de lo que estaba por venir, pero la realidad se encuentra en Cristo.
La verdadera transformación y crecimiento espiritual se logran a través de una relación personal viva y dinámica con Jesucristo, no mediante la observancia de reglas externas.
Hebreos 13:9 nos llama a centrar nuestras vidas en la gracia de Dios y no en doctrinas diversas, ni en prácticas externas que no tienen el poder de transformar nuestros corazones.
Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”