La palabra nos anima a avanzar,
nunca rendirnos o desistir en nuestra relación
personal con Dios y nos coloca de ejemplo a Pablo, vamos a:
Filipenses 3:12-14
12 No que lo haya alcanzado ya,
ni que ya sea perfecto; sino que prosigo,
por ver si logro asir aquello para lo cual
fui también asido por Cristo Jesús.
13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo
ya alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando ciertamente lo que queda atrás,
y extendiéndome a lo que está delante,
14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Dios nos llamó para transformar nuestro comportamiento, el cual dice la palabra está viciado
por los deseos engañosos, es decir, las obras de la carne que están en gálatas 5:19-21 por ejemplo la idolatría, hechicería, pleitos, contiendas, etc.
En este camino pueden suceder situaciones que nos lleven a desistir, pero la palabra nos exhorta a avanzar porque Dios no miente y su palabra se cumple,
por ejemplo, dice “la palabra de Dios que actúa en vosotros los creyentes”, también dice que
“Dios es nuestro ayudador” y nos recuerda que
“nos podemos acercar confiadamente al trono
de la gracia para hallar oportuno socorro.
En Filipenses 1:6 hay una promesa maravillosa:
6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
Así que, olvidando el pasado, puestos los ojos en la palabra de Dios el milagro sucede para vivir de manera sobrenatural sostenidos y guardados por Dios.
Dios alumbra nuestro entendimiento
para avanzar por fe.
Para finalizar recordemos lo que dice en:
Mateo 6:33
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.