¿CÓMO DEBE SER EL TRATO A LA ESPOSA?

La respuesta la encontramos en:

1 Pedro 3:7:

Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo 

Este versículo es para el hombre casado.

La palabra comienza diciendo:

“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente.”

Es un llamado para orar por sabiduría, para tratar a la esposa, a ser sensibles a sus necesidades emocionales y físicas.

 La sabiduría en el matrimonio implica comprensión, consideración y discernimiento dados por Dios.

La palabra continúa diciendo:

 “dando honor a la mujer como a vaso más frágil.”

Dar honor a la esposa implica reconocer su valor y tratarla con respeto y dignidad.

 El término “vaso más frágil” no sugiere inferioridad, sino una consideración especial y protección, reconociendo la delicadeza y el valor que poseen.

En una cultura que a menudo no valora adecuadamente a la mujer, nuestro llamado como cristianos es contracultural.

El hombre debe mostrar un respeto profundo y constante hacia la esposa, apreciando sus contribuciones y apoyándola en sus diferentes roles.

Honrarlas también significa ser el sacerdote del hogar, siguiendo el ejemplo de Cristo que amó a la iglesia y se entregó por ella , esto lo dice en Efesios 5:25

Luego el versículo dice de la esposa, que son ;

“coherederas de la gracia de la vida.”

Este reconocimiento de igualdad espiritual es crucial.

 Ambos, hombre y mujer, son receptores de la misma gracia salvadora de Dios y juntos participan para disfrutar del reino de Dios aquí en la tierra.

Este concepto de ser coherederos cambia nuestra perspectiva. Nos recuerda que, en Cristo, no hay jerarquías espirituales .

Esposo y esposa son iguales en la vida de fe, con diferentes roles, por ejemplo, el hombre es la cabeza del hogar y la mujer es la ayuda idónea, pero de igual valor y dignidad.

 Esto debe reflejarse en el tarto a la esposa.

Finalmente, la palabra  advierte que el trato hacia la esposa afecta las oraciones del esposo:

 “para que vuestras oraciones no tengan estorbo.”

Significa que el amor, la armonía y el respeto con la esposa, tienen un impacto directo en la relación personal del esposo con Dios.

Oramos para que el esposo sea hacedor esta palabra .

Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en

1 de Corintios 13:13

“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor.  Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”

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