CONOCIENDO A DIOS Y SIENDO CONOCIDOS POR ÉL

Gálatas 4:8-10:

Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses;

9 más ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿Cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?

10 Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años

En estos versículos vemos:

  1. El pasado sin conocer a Dios,
  2. el privilegio de ser conocidos por Dios
  3. el peligro de regresar a los rudimentos
  1. EL Pasado sin conocer a Dios

Pablo les dice a los gálatas:

 “En otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses”.

Antes de conocer a Dios, los gálatas adoraban ídolos, creaciones humanas sin poder, ni vida.

¿Cuántos de nosotros hemos pasado por momentos en los que buscábamos respuestas en lugares equivocados?

Puede haber sido en el materialismo, en filosofías, incluso en religiones que no nos llevaban a la verdad de Dios.

  1. El Privilegio de Ser Conocidos por Dios

El versículo dice

 “Mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios”.

En este versículo vemos el privilegio de conocer a Dios y solo esto es posible porque Dios nos llama para revelarse a nuestra vida

 El Creador del universo nos conoce y nos ama personalmente.

 Jesús dijo en Juan 10:14

Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen

Nuestra identidad y valor están en Cristo ,No somos anónimos ante Dios; somos sus hijos amados.

  1. El Peligro de Regresar a los rudimentos

Pablo expresa su asombro y preocupación:

“¿Cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años”.

Los gálatas estaban tentados a volver a prácticas religiosas que no ofrecían la libertad en Cristo, sino que los ataban nuevamente a la ley y a doctrinas de hombre.

Este es un llamado de atención para todos nosotros.

Incluso después de conocer a Dios, podemos   regresar a viejas costumbres y prácticas que nos esclavizan.

Esto puede manifestarse en formas sutiles, como depender nuevamente de nuestros propios esfuerzos para agradar a Dios, en lugar de descansar en su gracia.

Jesús vino para darnos vida abundante y libertad, no para que vivamos bajo el yugo de la ley o cualquier otra forma de esclavitud espiritual.

La palabra nos exhorta a vivir plenamente en la libertad que Cristo nos ha dado.

 Oremos para que Dios nos guíe y nos fortalezca para permanecer firmes en la gracia , para vivir cada día por fe. 

Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en

1 de Corintios 13:13

“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor.  Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *