JUSTIFICADOS POR FE (II PARTE)

Bendecidos, conocer que somos justificados por fe, es un fundamento esencial que tiene implicaciones profundas en nuestra vida cotidiana.

Comencemos con Romanos 5:1
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo 

Este versículo resalta la conexión directa entre la fe y la justificación, subrayando que, a través de nuestra fe en Cristo, encontramos paz con Dios. La justificación por fe es el puente que nos reconcilia con nuestro Creador.

Segundo nos hace Libres de Condenación,
vamos a Romanos 8:1
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús.

Aquí, la justificación por fe nos libera de la carga de la condenación.

Al confiar en la obra redentora de Jesucristo, somos absueltos de toda culpa y podemos vivir en la libertad de saber que no hay condenación para aquellos que están en Cristo.

Tercero la Relación Personal con Dios,
vamos a Gálatas 3:26
Pues todos sois hijos de Dios por la
fe en Cristo Jesús
 

La justificación por fe no solo nos declara justos, sino que también nos adopta como hijos de Dios.

 Nuestra relación con Dios se transforma de ser extraños a convertirnos en amados miembros de Su familia, todo a través de la fe en Cristo.

Cuarto Llamados a Vivir por Fe, no por  Obras, vamos a Gálatas 2:20
He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. 

La justificación por fe nos llama a abandonar la confianza en nuestras propias obras, para pasar a una vida basada en la fe en Cristo.

Quinto Nos renueva de gloria en gloria a su misma imagen Filipenses 3:9
y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe 

 La justificación por fe no es un evento único,
sino un proceso continuo.

Vivir por fe implica mantenernos arraigados en su amor y depender de Su justicia en lugar de nuestras propias obras.

Ser justificados por fe no es simplemente una doctrina abstracta, sino una verdad transformadora que redefine nuestra identidad, liberta nuestra conciencia de condenación y establece una relación íntima con Dios.

 Esta realidad nos llama a vivir una vida fundamentada en la palabra de Dios, abandonando la autosuficiencia y reconociendo que nuestra justicia proviene de Él.

 Pedimos a Dios que alumbre nuestro entendimiento y revele esta palabra, para vivir en la paz, la libertad y la plenitud que provienen de ser justificados por la fe en nuestro Señor Jesucristo.

Para finalizar, debemos tener presente lo que dice en

1 Corintios 13:13
Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor.  Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor

 

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