La paciencia es necesaria en nuestras relaciones interpersonales, evitando conflictos innecesarios que destruyen, pero la paciencia edifica, vamos a:
Colosenses 3:12-13
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Debemos soportar con paciencia las diferencias que se presentan en las relaciones interpersonales, pidiéndole a Dios sabiduría.
La palabra nos exhorta a no desmayar en hacer el bien, esto lo encontramos en
Gálatas 6:9
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
La palabra nos advierte de no cansarnos sino ser pacientes y perseverar en la palabra.
La recompensa llegará a su tiempo, porque Dios no miente .
Continuando en
Salmos 37:7 dice
Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades.
Esperar en el Señor implica confiar en su justicia y en su control soberano sobre todas las circunstancias.
No debemos caer en el engaño de la ansiedad o la envidia, sino que confiemos plenamente en su plan perfecto.
la paciencia no es una señal de debilidad, sino una manifestación de la fuerte relación personal con Dios.
Oramos para que el Señor nos ayude a ser pacientes en todo momento, fortaleciendo nuestra fe .
Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor