Recordemos que estamos en:
1 corintios 1:26-29 que dice
Pues mirad, hermanos, vuestra vocación; que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios;
y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,
a fin de que nadie se jacte en su presencia.
Dios también llama lo vil y lo menospreciado del mundo, aquellos que son ignorados o despreciados por la sociedad.
En la economía del reino de Dios, no hay lugar para la arrogancia o el desprecio.
Todos somos valiosos a sus ojos, y todos tenemos una función que desempeñar en el cuerpo de Cristo, con el propósito que su palabra corra.
Este pasaje nos llama a cultivar la humildad y a depender de Dios en todas las áreas de nuestra vida.
En lugar de buscar la aprobación del mundo o jactarnos de nuestras habilidades, debemos reconocer que todo lo que tenemos y somos viene de Dios.
Su poder obra en nuestras debilidades y oramos para que su sabiduría guía nuestras decisiones.
Como cuerpo de Cristo, estamos llamados a valorar a cada persona como una creación amada por Dios.
Esto significa tratar a todos con dignidad y respeto.
En el cuerpo de Cristo, cada miembro tiene una función y propósito especial.
Dios no se basa en los criterios humanos de éxito y poder, sino que llama a los humildes, los débiles y los menospreciados para mostrar su gloria y su sabiduría.
Debemos cada día cultivar la relación personal con Dios, pedir su dirección y confiar en su poder, sin importar nuestras limitaciones o debilidades.
Oramos para que nuestra vida refleje la gracia y el amor de Dios.
Tener presente que en Cristo somos llamados, amados y capacitados para su servicio.
Deja abajo en los comentarios que dudad tienes sobre la palabra de Dios, estaremos atentos a dar la respuesta.
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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor