CORREN RÍOS DE AGUA EN NUESTRO INTERIOR

Primero vamos a la siguiente historia:
Durante una reunión de matrimonios,
le preguntaron a una mujer:

─Te hace feliz tu esposo?
¿Verdaderamente te hace feliz?

En ese momento el esposo levantó ligeramente el cuello en señal de seguridad,
sabía que su esposa diría que sí, pues ella jamás
se había quejado durante su matrimonio.

Sin embargo la esposa respondió con un rotundo ─No… no me hace feliz

Y ante el asombro del esposo… continuó:

No me hace feliz… El que yo sea feliz o no, eso no depende de él, sino de Jesucristo que vive en mí.

Mi estado de ánimo depende de Cristo el Señor,
en cada situación y en cada momento de mi vida, pues si mi felicidad dependiera de alguna persona, cosa…
o circunstancia sobre la faz de esta tierra,
yo estaría en serios problemas.

Todo lo que existe en esta vida,
cambia continuamente. El ser humano, las riquezas, mi cuerpo, el clima, los placeres, etc.
Y así podría decir una lista interminable.

Hay gente que dice: No puedo ser feliz… porque estoy enferma, porque no tengo dinero, porque hace mucho calor, porque alguien me insultó, porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien no me valoró…

Pero lo que no sabes es que PUEDES SER FELIZ

– aunque… estés enfermo,
– aunque… haga calor,
– aunque… no tengas dinero,
– aunque… alguien te haya insultado,
– aunque… alguien no te amó ,
– o no te haya valorado.

Y es posible gracias a la presencia de Dios que
está en nuestro interior,
corriendo como ríos de agua viva.

La mujer continúo diciendo, saquen sus biblias , porque estamos disfrutando lo que dijo Jesús en
Juan 7:37-39
En el último y gran día de la fiesta,
 Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. 
Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.

La presencia de Dios en nosotros genera: gozo, paz, paciencia, amor, bondad, dominio propio, benignidad, mansedumbre para que nuestro estado de ánimo experimente lo sobrenatural, estar bien,
en medio de las diferentes situaciones.

Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

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