¿Cuántas veces hemos visto películas en las que el tema principal es una persona viviendo dentro del cuerpo de otra?
Existen muchas películas que tienen esta trama, la mayoría de ellas son graciosas, ya que nos resulta extraño y hasta cómico imaginar que una persona con ciertas costumbres, características, gustos e ideas viva dentro de un cuerpo que no le corresponde, ya que no serán 100% compatibles.
Es ridículo e imposible que algo similar ocurra en la realidad, pero en la palabra encontramos el siguiente versículo:
Gálatas 2:20
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Dios nos llama para renovar nuestra manera de pensar y transformarnos a su misma imagen por su poder.
La palabra dice que esta transformación es un proceso:
Gálatas 4:19
Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,
Al empezar esta transformación nuestro comportamiento empieza a cambiar.
Por ejemplo, dejaríamos de juzgar y agradeceríamos hasta el vaso de agua que bebemos, haríamos favores sin esperar nada cambio, entre otras cosas.
Las personas que nos rodean empezaran a notar los cambios que produce en nosotros la palabra de Dios.
“Ya no vivo yo, mas Cristo vive en mi”
Solo milagros cada día
Para finalizar recordemos lo que dice en:
Mateo 6:33
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.