DAR EL DIEZMO

En el momento que apartamos el diezmo para darlo,
debe ser como dice la palabra en 2 Corintios 9:7
 “con alegría”, es decir, no debemos darlo por obligación, no debemos darlo con tristeza,
y no debemos darlo por necesidad.

Damos el diezmo por fe, reconociendo que Dios es siempre nuestro proveedor, vamos a Hebreos 13:5
Sean vuestras costumbres sin avaricia,
contentos con lo que tenéis ahora;
porque él dijo:
No te desampararé, ni te dejaré;

 

El versículo dice “vuestras costumbres “, es decir,
en la Manera habitual de obrar de una persona
no debe estar presente la avaricia y la razón
está en colosenses 3:5 donde nos dice
que la avaricia es idolatría.

Continuando en el versículo dice que Dios
nunca nos dejara, ni desamparara, es decir,
que siempre Dios nos va a proveer,
Jesús dio este mismo mensaje con el siguiente ejemplo en Mateo 6:26
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran,
ni siegan, ni recogen en graneros;
y vuestro Padre celestial las alimenta.
¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

Al dar el diezmo reconocemos a Dios como nuestro proveedor y nos da la capacidad para hacer las riquezas como dice en Deuteronomio 8:18

Dios no miente, su palabra se cumple y dar el diezmo tiene promesas por ejemplo, la que encontramos en Filipenses 4:17
No es que busque dádivas,
sino que busco fruto que abunde
en vuestra cuenta.

Oramos para que Dios revele y alumbre nuestro entendimiento para apartar el diezmo y darlo con alegría, la palabra dice en  2 Corintios 9:7  Dios ama al dador alegre.

Para finalizar vamos a la siguiente promesa
de Dios para nuestra vida en Efesios 3:20       
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas
las cosas mucho más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros

 

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