EL AMOR NO TIENE ENVIDIA

Jesús dijo “conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”. Dios nos llamo para caminar en libertad, y por eso no debemos caer en la envidia. Sobre este tema Jesús conto una parábola en Marcos 7:4-5
Y llamando a sí a toda la multitud,
les dijo: Oídme todos, y entended:

Nada hay fuera del hombre que entre en él,
que le pueda contaminar; pero lo que sale de él,
eso es lo que contamina al hombre.
 Si alguno tiene oídos para oír, oiga.

Jesús dice que nada que este afuera puede contaminar el alma, esto lo dice porque los fariseos estaban condenado a los apóstoles porque comían pan con las manos inmundas,
es decir, no se las lavaban.

Jesús les dice “lo que contamina el alma
es lo que sale de él”. Al continuar la historia los apóstoles le piden que les explique la parábola,
vamos a Marcos 7:18-23
 18 Él les dijo: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar, 
19 porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la letrina? Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos.

20 Pero decía, que lo que del hombre sale,
eso contamina al hombre. 
21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,
22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia,
la soberbia, la insensatez. 

23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.

Jesús nombra algunas obras de la carne entre las cuales está la envidia.

La envidia contamina el alma generando acciones equivocadas que destruyen y no edifican.

La solución también está en el interior, el  amor de Dios fue derramado en cada uno de nosotros  y la relación personal diaria con Dios dará como fruto que el amor inunde el alma, vamos a 1 Corintios 13:4
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 

El amor de Dios no tiene envidia, es decir, que va a salir es la manifestación del amor y no la envidia porque el alma ha sido purificada por la palabra,
vamos a 1 Pedro 1:22-23
22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;

23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

 Para finalizar vamos a la siguiente promesa
de Dios para nuestra vida en Efesios 3:20        
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas
las cosas mucho más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros

 

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