EL CONOCIMIENTO DE DIOS

En el libro de 1 Corintios 15 versículo 34 dice
Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo.

El versículo dice “algunos no conocen a Dios”,
es decir, que estas personas S
abían de la existencia de Dios y creían en Dios, pero no conocían a Dios.

Un ejemplo es Saulo de Tarso, creía en Dios
pero no lo conocía.

En Hechos capítulo 9 relata como Dios lo llama para que lo conozca cambiando el nombre a Pablo.

Hay otro tipo de personas que no saben de la existencia de Dios y la niegan. Un ejemplo de estas personas está en el libro de éxodo donde
encontramos la historia de Moisés
y el Faraón de Egipto.

Moisés conocía a Dios .
Dios le dijo a Moisés que fuera donde el Faraón y le dijera “Así dice el Señor, Dios de Israel: «Deja ir a mi pueblo para que me celebre fiesta en el desierto»”.

la respuesta  del Faraón la encontramos en
el Libro de
Éxodo capitulo 5 versículo 2:

Pero Faraón dijo: ¿Quién es el Señor para que yo escuche su voz y deje ir a Israel?
No conozco al Señor,

y además, no dejaré ir a Israel.

Conocer a Dios emana de Él, por esta razón en el libro del profeta Jeremías capítulo 9 versículo 24 dice Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.

Dios usa la palabra “alábese”, porque es necesario
que Dios llame y se revele a la persona,
esto lo hizo por ejemplo con Moisés, Abraham,
Jacob, Gedeón, Pablo etc.

Dios no cambia, ahora  nos ha llamado para conocerlo. Como Emana de él es necesario orar antes de
leer la palabra como dice en
Efesios1:16-17
no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,
para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,

Mañana Dios mediante continuamos con el tema creciendo en el conocimiento de Dios.

Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho

 

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