FIRMES EN LA PALABRA DE DIOS

Hebreos 10:35
No perdáis, pues, vuestra confianza,
que tiene grande galardón
;

Este versículo dice que por ningún motivo debemos perder la confianza en la palabra de Dios,
así en el momento los resultados no sean los esperados, no debemos dudar y menos perder la confianza en la palabra.

No vivimos por vista, vivimospor fe.

Veamos la historia de Abraham  Romanos 4:16-21, el nunca perdió su confianza, dice:

Por tanto, es por fe, para que sea por gracia,
a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros 
(como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. 
Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.
Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció
en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido;

Abraham en medio de la circunstancia,
1. Creyó en esperanza contra esperanza
2. No se debilitó en la fe
3. Tampoco dudo
4. Se fortaleció en fe.

Regresemos al versículo hebreos 10:35, leamos la segunda parte:

35…”que tiene grande galardón;”

Debemos continuar firmes en la palabra, confiando plenamente porque Dios no miente; y la recompensa de nuestra confianza en su palabra es Grande.

Dios no miente, el milagro sucede, Él pronto responderá a nuestras oraciones y sabemos que la respuesta que viene en camino es mucho más de lo que estamos pidiendo de acuerdo a lo que dice su palabra en efesios 3:20

Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho

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