FORTALECIENDO EL HOGAR (I PARTE)

Para lograr esto, debemos orar poder comprender lo que dice en 1 Corintios 13:4 dice El amor es benigno.

En este contexto, la palabra “benigno” se utiliza para describir una característica esencial del amor de Dios.

 “benigno” se refiere a la bondad, amabilidad y benevolencia asociadas con el amor con el amor de Dios y este fue derramado en nosotros.

Un amor benigno es aquel que se manifiesta de manera amable, considerada
y compasiva hacia los demás.

 Cuando se aplica a las relaciones familiares, el amor benigno implica ser amable y comprensivo con las personas que conforman el hogar, mostrando empatía y consideración incluso en situaciones difíciles.

Es un amor que busca el bienestar de los demás y que no se deja llevar por la envidia o la arrogancia.

 En las familias suceden diferentes circunstancias, las cuales generan diferentes actitudes de las personas que la conforman, q afectando las relaciones.

La benignidad implica un amor activo, lleno de bondad y consideración hacia los
demás miembros de la familia.

En lugar de juzgar con dureza los errores y defectos, aparece la compasión y paciencia, gracias al amor de Dios que es benigno.

Debemos orar para que Dios revele y manifieste su amor que es benigno en las relaciones familiares, de esta forma cada miembro se siente valorado y aceptado.

 La capacidad de comprender las debilidades del otro, sin juzgar permite que los lazos familiares sean fuertes, transformándose el hogar en un refugio seguro en medio de las tormentas de la vida.

 Oramos para poder llegar a: escuchar con atención, siempre dar una palabra amable y perdonar.

La vida familiar no está exenta de desafíos y conflictos, pero el amor de Dios que es benigno actúa como un bálsamo sanador en momentos de adversidad.

La benignidad nos capacita para superar la adversidad, sin dañar los lazos familiares.

Además, el amor de Dios que es benigno, nutre las relaciones familiares, para que sean saludables,
fuertes y duraderas.

Pedimos a Dios para ser hacedores de
la palabra por su poder.

Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor.  Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor

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