HALLAR DESCANSO Y ESPERANZA

En las palabras de Jesús en Mateo 11:28 encontramos un llamado divino que resuena a través de los siglos:

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”

 Estas promesas nos invitan a encontrar descanso y esperanza en medio de las cargas de la vida. A través de estos versículos, exploraremos cómo Jesús nos ofrece un refugio seguro y renovador, y cómo podemos responder a Su llamado para experimentar verdadera paz en medio de nuestras luchas.

Jesús comienza su mensaje con un llamado lleno de compasión: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados”. Estas palabras revelan el corazón tierno y compasivo del Salvador. Él nos llama a acercarnos a Él no importa cuán pesadas sean nuestras cargas. En nuestras fatigas y desafíos, Jesús nos invita a encontrar alivio y descanso en Su presencia, la palabra dice: que podemos acercarnos confiadamente al trono de la gracia

La promesa de Jesús continúa en

Mateo11:29: Tomad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas

Aquí, Jesús nos presenta no solo un alivio temporal, sino un cambio fundamental en la forma en que llevamos nuestras cargas. Al tomar Su yugo y aprender de Él, descubrimos un descanso que va más allá de las circunstancias externas; es un descanso para nuestras almas.

Jesús nos anima a aprender de Él, quien es manso y humilde de corazón. La humildad nos permite acercarnos a Jesús reconociendo nuestra necesidad de Su ayuda. Al soltar nuestra propia pretensión de control y poder, abrimos espacio para recibir el descanso que Él ofrece.

El yugo en la cultura agrícola era una herramienta para compartir la carga entre dos bueyes.

 Tomar el yugo de Jesús implica que él nos ayudad con nuestras adversidades y diferentes circunstancias. Al rendirnos a Su dirección y confiar en Su guía, descubrimos que nuestras cargas se vuelven más livianas y manejables.

La promesa de Jesús va más allá de un descanso superficial; es un descanso para nuestras almas. Esto significa que, independientemente de las circunstancias externas, podemos experimentar la paz, el gozo y la esperanza que solo Él puede brindar.

Este descanso trasciende las tormentas de la vida y se arraiga en la seguridad de la relación personal con Dios, porque para Él no hay nada imposible, vamos a ver el milagro.

Mateo 11:28-29 es un faro de esperanza que ilumina nuestro camino en medio de las circunstancias y adversidades de la vida.

Jesús nos llama a acercarnos a Él con nuestras cargas, prometiéndonos un descanso profundo y duradero.

Que, en cada desafío de la vida, encontremos consuelo en la presencia de Jesucristo, sabiendo que en Él hallamos un refugio seguro y una esperanza que perdura más allá de cualquier adversidad.

Para finalizar, debemos tener presente lo que dice en

1 corintios 13:13

“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor.  Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”

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