Hemos compartido
La primera parte del versículo
“más el que me oyere”
Y la segunda
“…habitará confiadamente y vivirá tranquilo …”.
Ahora vamos a ver la tercera parte del versículo:
“. sin temor del mal.”
El temor es una de las emociones más paralizantes que podemos experimentar.
El miedo al futuro, a las dificultades o incluso a la muerte puede dominar nuestras vidas si no lo enfrentamos con la fe.
Sin embargo, Proverbios 1:33 nos revela que, al ser hacedores de la palabra de Dios, no tenemos por qué temer.
Esto no quiere decir que no enfrentemos dificultades, pero no estamos solos, la presencia de Dios está en nosotros y ya Venció.
Vivir sin temor no significa ser ingenuos o descuidados, sino confiar en la soberanía de Dios.
En 2 Timoteo 1:7, dice: Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Esto nos revela, que podemos vivir con valentía y confianza, sabiendo que Dios nos guía y nos protege.
Proverbios 1:33 nos ofrece una promesa que todos anhelamos:
vivir con seguridad, tranquilidad y sin temor.
Sin embargo, esta promesa no es automática; Debemos permanecer en la relación personal con Dios.
Al vivir por fe, experimentamos una vida de paz y confianza que no depende de las circunstancias externas.
Deja abajo en los comentarios que temas deseas que tratemos en este espacio.
Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”