En Juan capítulo 15 Jesús dice que él es la vid y nosotros somos el pámpano.
La vid es la planta de uvas, el pámpano es la rama donde aparece el racimo de uvas.
Ahora vamos a lo espiritual en Juan 15:5
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Jesús dijo “Yo soy la vid” se refería a que él era Cristo el Señor , es decir, la palabra que tomó cuerpo.
Nosotros somos los pámpanos, es decir,
que necesitamos permanecer en la relación
personal con Jesucristo el Señor ,
lo necesitamos para que purifique el alma .
Regresemos a Juan 15:6
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Es necesario permanecer en la relación diaria con Jesucristo el Señor, para que emane el fruto del Espíritu, por ejemplo en el amor, la fe,
el gozo, la paz, la bondad, etc.
Es imposible dar fruto, por ejemplo una vida de Fe,
sin la relación con Jesucristo el Señor.
Porque el fruto emana del Espíritu, no lo generamos nosotros con nuestra capacidad.
Oramos para permanecer en la vid, es decir, la relación personal con Jesucristo el Señor, que consiste en:
1.Orar
2.Leer la palabra
3.Asistir a un estudio bíblico
4.Congregarse.
Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho