LA PALABRA DE DIOS NOS TRANSFORMA

En la carta a los Tesalonicenses encontramos un versículo que nos da esperanza, está en:

1 tesalonicenses 2:13 dice:

Por lo cual también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, porque cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.

Este versículo resuena con una verdad transformadora para infundir a nuestra vida propósito y esperanza.

Oramos para que Dios alumbre nuestro entendimiento, para poder hacer un alto y revisar

1.- ¿cómo percibimos la palabra?

2.- ¿la tenemos en cuenta en nuestras vidas?

El versículo comienza con una expresión de gratitud a Dios.

 Cultivar un alma agradecida es esencial para apreciar la riqueza de la Palabra de Dios. Agradecer a Dios por el regalo de Su Palabra y que nos haya llamado para conocerla.

 Este agradecimiento no solo es un acto de reconocimiento, sino un recordatorio constante de la gracia que fluye a través de la revelación divina.

el versículo aclara que la palabra No es simplemente un discurso humano, sino la voz misma de Dios que busca resonar en nuestras almas.

 Comprender esta distinción es fundamental para no caer en el error de desechar la gracia.

La Palabra de Dios no es estática; es dinámica y poderosa, por esto dice que es viva y eficaz.

El versículo destaca que la Palabra

“actúa en vosotros los creyentes”.

 Esta acción implica un proceso continuo de transformación interior.

Esto es por fe, su poder opera en nosotros, moldeando nuestro carácter, renovando nuestra mente y guiando nuestros pasos.

 La Palabra de Dios transforma y fortalece.

La comprensión de que la Palabra de Dios actúa en nosotros conlleva un desafío y una responsabilidad. Somos llamados a vivir de acuerdo con la verdad revelada en el evangelio de la gracia de Dios.

Este desafío no es una carga pesada, sino una oportunidad emocionante para reflejar la luz de la verdad en un mundo que busca desesperadamente dirección.

1 tesalonicenses 2:13 nos ofrece un faro de esperanza y propósito. En un mundo lleno de incertidumbre, la Palabra de Dios permanece como una roca inmutable.

 Oramos para que Dios nos ayude a vivir de acuerdo con la verdad que hemos recibido y a compartir esta luz transformadora con un mundo necesitado.

Para finalizar, debemos tener presente lo que dice en

Primera de Corintios capítulo 13, versículo 13: 

“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor.  Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”

 

 

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *