LA PROMESA : ENTRAR EN SU REPOSO (I PARTE)

DIOS

Hebreos 4:1
Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.

Hebreos 10:23
23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.

Apocalipsis 19:11
Entonces vi el cielo abierto;
y he aquí un caballo blanco,
 y el que lo montaba se llamaba
  Fiel y Verdadero,

1 Samuel 13:8-14
Y él esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había dicho; pero Samuel no venía a Gilgal,
y el pueblo se le desertaba.
Entonces dijo Saúl:
 Traedme holocausto y ofrendas de
paz.
Y ofreció el holocausto.
10 Y cuando él acababa de ofrecer el holocausto,
he aquí Samuel que venía;
 y Saúl salió a recibirle, para saludarle.
11 Entonces Samuel dijo:
¿Qué has hecho?
 Y Saúl respondió:
Porque vi que el pueblo se me desertaba,
 y que tú no venías dentro del plazo señalado,
y que los filisteos estaban reunidos en Micmas,
12 me dije: Ahora descenderán los filisteos
contra mí a Gilgal,
y yo no he implorado el favor de Jehová.
Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto.
13 Entonces Samuel dijo a Saúl:
 Locamente has hecho;
no guardaste el mandamiento de Jehová
 tu Dios que él te había ordenado;
 pues ahora Jehová hubiera confirmado
tu reino sobre Israel para siempre.
14 Mas ahora tu reino no será duradero.
 Jehová se ha buscado un varón
conforme a su corazón, 
al cual Jehová ha designado para que
sea príncipe sobre su pueblo,
por cuanto tú no has guardado
 lo que Jehová te mandó.

2 Crónicas 20:1-30
Pasadas estas cosas,
aconteció que los hijos de Moab y de Amón,
 y con ellos otros de los amonitas,
vinieron contra Josafat a la guerra.
Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat,
 diciendo: Contra ti viene una gran multitud
del otro lado del mar, y de Siria;
 y he aquí están en Hazezon-tamar,
 que es En-gadi.
Entonces él tuvo temor;
y Josafat humilló su rostro para consultar
a Jehová,
Y se reunieron los de Judá para
pedir socorro a Jehová;
 y también de todas las ciudades
de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.
Entonces Josafat se puso en pie en la
 asamblea de Judá y de Jerusalén,
 en la casa de Jehová,

 delante del atrio nuevo;
y dijo: Jehová Dios de nuestros padres,
¿no eres tú Dios en los cielos,
y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder,
 que no hay quien te resista?
Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre?
Y ellos han habitado en ella,
y te han edificado en ella santuario
a tu nombre, diciendo:
Si mal viniere sobre nosotros,
o espada de castigo, o pestilencia, o hambre,
nos presentaremos delante de esta casa,
y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa),
 y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti,
 y tú nos oirás y salvarás.
10 Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab,
y los del monte de Seir,
a cuya tierra no quisiste que pasase
Israel cuando venía de la tierra de Egipto,
 sino que se apartase de ellos,
 y no los destruyese;
11 he aquí ellos nos dan el pago viniendo
a arrojarnos de la heredad que
tú nos diste en posesión.
12 !!Oh Dios nuestro!
¿no los juzgarás tú?
 Porque en nosotros no hay fuerza
contra tan grande multitud que
viene contra nosotros;
no sabemos qué hacer,
y a ti volvemos nuestros ojos.
13 Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová,
 con sus niños y sus mujeres y sus hijos.
14 Y estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías,
 hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías,
levita de los hijos de Asaf,
sobre el cual vino el Espíritu de Jehová
 en medio de la reunión;
15 y dijo: Oíd, Judá todo,
y vosotros moradores de Jerusalén, y tú,
rey Josafat. Jehová os dice así:
No temáis ni os amedrentéis
delante de esta multitud tan grande,
porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.
16 Mañana descenderéis contra ellos;
 he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis,
y los hallaréis junto al arroyo,
antes del desierto de Jeruel.
17 No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos,
 y ved la salvación de Jehová con vosotros.
 Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis;
 salid mañana contra ellos,
porque Jehová estará con vosotros.
18 Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra,
y asimismo todo Judá y los moradores de
Jerusalén se postraron delante de Jehová,
 y adoraron a Jehová.
19 Y se levantaron los levitas de los hijos de
Coat y de los hijos de Coré,
 para alabar a Jehová el Dios de Israel
con fuerte y alta voz.
20 Y cuando se levantaron por la mañana,
salieron al desierto de Tecoa.
Y mientras ellos salían, Josafat,
estando en pie, dijo:
 Oídme, Judá y moradores de Jerusalén.
Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros
;
creed a sus profetas, y seréis prosperados.
21 Y habido consejo con el pueblo,
puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados,
 mientras salía la gente armada, y que dijesen:
 Glorificad a Jehová,
porque su misericordia es para siempre.
22 Y cuando comenzaron a entonar
cantos de alabanza, Jehová puso contra
los hijos de Amón, de Moab
y del monte de Seir, las emboscadas de
 ellos mismos que venían contra Judá,
y se mataron los unos a los otros.
23 Porque los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir para
 matarlos y destruirlos; y cuando hubieron
acabado con los del monte de Seir,
cada cual ayudó a la destrucción
de su compañero.
24 Y luego que vino Judá a la torre del desierto,
miraron hacia la multitud,
 y he aquí yacían ellos en tierra muertos,
pues ninguno había escapado.
25 Viniendo entonces Josafat y su
pueblo a despojarlos, hallaron entre
los cadáveres muchas riquezas,
 así vestidos como alhajas preciosas,
que tomaron para sí, tantos,
que no los podían llevar;
tres días estuvieron recogiendo el botín,
porque era mucho.
29 Y el pavor de Dios cayó sobre todos
 los reinos de aquella tierra, cuando oyeron
 que Jehová había peleado contra
 los enemigos de Israel.
30 Y el reino de Josafat tuvo paz,
porque su Dios le dio paz por todas partes.

Proverbios 16:7
Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, Aun a sus enemigos hace estar en paz con él.

Romanos 12:19
No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.

Filipenses 4:1
Sí que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *