En los momentos de desafío y desesperación, es fundamental recordar que servimos a un Dios de lo imposible.
Su poder trasciende nuestras limitaciones humanas, y en su soberanía, los milagros acontecen.
Vamos a compartir algunos versículos sobre este tema, por ejemplo, vamos a
Lucas 18:27
27 Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
Este versículo nos dice la capacidad de Dios para superar cualquier obstáculo.
Cuando enfrentamos situaciones que parecen insuperables, debemos recordar que nuestro Dios es el hacedor de lo imposible.
En lugar de permitir que la duda se apodere de nuestro corazón, aferrémonos a la verdad de que para Dios no hay límites. Él puede transformar lo imposible en posible, sucede el milagro. Dios no ha cambiado.
El segundo versículo lo encontramos en:
Mateo 17:20
20 Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
Oramos para cada día confiar en la capacidad de Dios para mover y solucionar la adversidad en nuestras vidas. En lugar de enfocarnos en la magnitud de los desafíos, cultivemos y fortalezcamos la fe , de esta forma estaremos seguros que para Dios no hay nada imposible.
Veremos cómo los obstáculos se desplazan y los milagros se manifiestan.
El tercer versículo está en
Jeremías 29:11
11 porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
En los momentos de desesperación, recordemos que Dios tiene planes de bienestar para nuestras vidas. Aunque no comprendamos completamente su propósito en medio de la adversidad, podemos confiar en que para Dios no hay nada imposible. En su tiempo perfecto, nuestros caminos serán transformados, y los milagros sucederán. La esperanza en sus planes nos anima a perseverar con fe y paciencia.
animémonos mutuamente a permanecer firmes en la palabra, por ejemplo:
en la capacidad ilimitada de nuestro Dios. Para Él, no hay nada imposible,
Mantengamos la fe, actuemos con valentía y recordemos que nuestro Dios es el Dios de lo imposible. En su tiempo perfecto, los milagros suceden, firmes en la esperanza y fortaleciendo nuestra fe veremos que lo imposible, si sucede.
Para finalizar, debemos tener presente lo que dice en
1 corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”