Isaías 26:3
3 Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.
Filipenses 4:19
19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Mateo 6:11
11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy
Salmos 23:1
El Señor es mi Pastor nada me faltara
Deuteronomio 8:12-18
12 no suceda que comas y te sacies,
y edifiques buenas casas en que habites,
13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata
y el oro se te multipliquen,
y todo lo que tuvieres se aumente;
14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto,
de casa de servidumbre;
15 que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal;
16 que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien;
17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza
18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te
da el poder para hacer las riquezas,
1 Crónicas 29:11-12
11 Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.
12 Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande
y el dar poder a todos.
1 Crónicas 29:14
14 Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo,
y de lo recibido de tu mano te damos.
Hebreos 13:5
5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
Salmos 62:10
Si se aumentan las riquezas,
no pongáis el corazón en ellas.
1 Timoteo 6:17
17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.