NO PROVEER PARA LOS DESEOS DE LA CARNE

La palabra de Dios en Romanos 13:14
14 sino vestíos del Señor Jesucristo,
y no proveáis para los deseos de la carne.

Este versículo nos exhorta que debemos hacer:

1. Vestirnos del Señor Jesucristo
2.No proveer para los deseos de la carne

Ayer compartimos sobre Vestirnos del Señor Jesucristo, hace referencia al comportamiento del fruto del Espíritu, lo encontramos
en colosenses 3:12 al 14.

Para ver el segundo vamos a la definición de Proveer, Es Proporcionar lo necesario o conveniente para un fin determinado

Por ejemplo “El municipio se comprometió a dar alojamiento y alimentación
a los estudiantes invitados al evento”

¿Y cuáles son los deseos de la carne?

La respuesta la encontramos en Gálatas 5:19-21
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; 

 El resultado de practicar las obras de la carne es muerte, destrucción no heredamos
el reino de Dios aquí en la tierra.

Es decir, genera problemas en las diferentes áreas de la vida, por ejemplo en la salud, la economía, en el trabajo, en la relaciones en la familia
y amigos entre otros.

Conociendo que el practicar las obras de la carne destruye lo que se ha construido, debemos ser
sabios y no proveer como dice la palabra ,
es decir, no alimentar, no propiciar para
caer en algún deseo engañoso.

Por ejemplo:  las borracheras

El engaño es que todos los demás se ven afectados al llegar a este estado , pero uno piensa que nunca le va a pasar nada al estar borracho y propiciamos o promovemos  los momentos para esta actividad.

Deja abajo en los comentarios otras actividades que no debemos  promover, porque al hacerlo nos lleva a caer en un deseo engañoso, que genera muerte.

Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.  Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho

 

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