PERTENECEMOS A LA FAMILIA DE DIOS (II PARTE)

Efesios 1:3-7
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos
y sin mancha delante de él,
en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,
según el puro afecto de su voluntad,
 para alabanza de la gloria de su gracia,
con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
en quien tenemos redención por su sangre,
el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,

Efesios 2:13
13 Pero ahora en Cristo Jesús,
vosotros que en otro tiempo estabais lejos,
habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.

 Efesios 2:14
14 Porque él es nuestra paz,
que de ambos pueblos hizo uno,
derribando la pared intermedia de separación,

Efesios 2:15
15 aboliendo en su carne las enemistades,
la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los
dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,

                           Colosenses 2:14                        
14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,

Tito 2:14   
14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

Efesios 2:16
16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.

Colosenses 1:20-23
20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra
como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado
22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte,
para presentaros santos y sin mancha
e irreprensibles delante de él;
23 si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo;
del cual yo Pablo fui hecho ministro.

Efesios 2:19
19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos,
sino conciudadanos de los santos,
y miembros de la familia de Dios,

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