¿PROBAR A DIOS?

En Malaquías 3:10, se nos invita a poner a Dios a prueba de una manera específica, vamos a leerlo:

Malaquías 3:10

Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

¿Qué significa “probar a Dios”?

 En muchos contextos bíblicos, se nos advierte contra tentar a Dios, lo que implica ponerlo a prueba con incredulidad o desobediencia.

Sin embargo, en Malaquías 3:10, Dios mismo nos invita a probarlo, pero con un propósito y una actitud específica.

Es una exhortación a la obediencia en cuanto a los diezmos.

No se trata de desafiar a Dios con escepticismo, sino de obedecerle y confiar en Su promesa.

La invitación a probar a Dios viene con  una promesa: si somos fieles en nuestros diezmos, Él abrirá las ventanas de los cielos y derramará bendiciones sobre nosotros hasta que sobreabunden.

Dios se revela como un proveedor fiel que cumple sus promesas. Cuando obedecemos y confiamos en Él, experimentamos Su fidelidad y amor.

¿Cómo podemos aplicar esta invitación a probar a Dios en nuestra vida diaria?

somos llamados a ser fieles en nuestras finanzas. Al hacerlo, mostramos nuestra confianza en Su provisión y soberanía.

 Esto implica tomar pasos por fe, basados en las promesas de Dios, sabiendo que Él es fiel para cumplir Su palabra.

En conclusión, probar a Dios es un acto de fe y confianza que nos invita a experimentar Su fidelidad y bendición.

Al dar nuestros diezmos, confiamos en Su provisión y veremos cómo Dios derrama Su abundante bendición sobre nosotros, porque Dios no miente.

Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en

1 de Corintios 13:13

“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor.  Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor

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