SANIDAD DIVINA

Isaías 28:16
Por tanto, Jehová el Señor dice así:
He aquí que yo he puesto en Sion
 por fundamento una piedra,
piedra probada, angular, preciosa,
de cimiento estable;
el que creyere, no se apresure

Salmos 138:2
Y alabaré tu nombre por tu misericordia
y tu fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre,
 y tu palabra sobre todas las cosas.

Mateo 8:14-17
Vino Jesús a casa de Pedro,
y vio a la suegra de este postrada en cama,
con fiebre.
Y tocó su mano, y la fiebre la dejó;
y ella se levantó, y les servía.
 Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos;
para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades,
 y llevó nuestras dolencias.

Santiago 5:15
Y la oración de fe salvará al enfermo,
y el Señor lo levantará;

Hebreos 11:1
 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve

Isaías 53:4-5
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades,
 y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
 Mas él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados;
el castigo de nuestra paz fue sobre él,
y por su llaga fuimos nosotros curados.

Mateo 9:27-30
 Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos,
dando
voces y diciendo: ¡Ten misericordia
de nosotros, Hijo de David! 
Y llegado a la casa,
vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo:
¿Creéis que puedo hacer esto?
 Ellos dijeron: Sí, Señor.
Entonces les tocó los ojos, diciendo:
Conforme a vuestra fe os sea hecho.
 Y los ojos de ellos fueron abiertos.

Lucas 17:13-14
 y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro,
ten misericordia de nosotros!
 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban,
 fueron limpiados

Salmos 103:1-5
Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
El que sana todas tus dolencias;
 El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;
 El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.

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