TEMPLOS DEL ESPIRITU SANTO

En 1 Corintios 6:19-20 dice que nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo y como tal, debemos honrar a Dios con la forma en que vivimos.

El versículo 19 comienza con una pregunta afirmativa:

“¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”

Oramos para ver la magnitud de lo que significa que la presencia de Dios está en nosotros, renovando la manera de pensar.

 Nuestros cuerpos no son simplemente algo físico, sino el templo donde el Espíritu Santo reside.

El versículo 20 continúa con un llamado a la acción:

 “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”

Aquí, la palabra destaca el costo de nuestra redención, señalando que hemos sido comprados con un precio, el cual es: la sangre de Jesús.

Este sacrificio demanda una respuesta consciente de nuestra parte, no solo espiritualmente, sino también en la manera en que cuidamos y tratamos nuestros cuerpos.

Glorificar a Dios implica reconocer que no somos dueños de nosotros mismos y que nuestra vida debe reflejar la gratitud por la redención.

La comprensión de que nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo y que hemos sido comprados con un precio, nos revela que podemos llegar a vivir manifestando el fruto del Espíritu, estos están identificados en gálatas 5:22-23.

Oramos para que Dios nos permita ver claramente que el Espíritu Santo vive en nosotros y nunca nos va a abandonar, es decir con su ayuda podemos vivir con moderación, pureza y gratitud, estos deben reflejarse en nuestras acciones diarias, gracias al poder de Dios que actúa en nosotros.

 Esto incluye cuidar nuestro cuerpo físico mediante una vida saludable, pero también nuestra mente por esto dice la palabra en

Filipenses 4:8

por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Y también dice

Colosenses 3:16

16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros,

Este entendimiento transforma la manera en que pensamos para vivir en obediencia por fe, priorizando la honra a Dios en cada aspecto de nuestras vidas.

Al reconocer que hemos sido comprados con precio y precio de sangre, respondemos con gratitud y compromiso, glorificando a Dios en la forma en que cuidamos el templo que Él nos ha confiado: nuestro cuerpo.

Pedimos que nuestro entendimiento sea alumbrado, para ver claramente que somos templos del Espíritu Santo y estamos llamados a reflejar la luz de Dios en un mundo que lo necesita desesperadamente.

Para finalizar, debemos tener presente lo que dice en

1 de Corintios 13:13

“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor.  Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor

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