La tribulación es la aflicción, pena o congoja
que padece quien ha pasado o está pasando
por un evento desafortunado.
La tribulación puede hacer referencia a un
sufrimiento interior, relacionado con el dolor
producido por una conmoción o por una gran angustia. Por ejemplo: “Una tribulación nublaba su mente”.
Ahora vamos a Salmos 46:1-2
Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
2 Por tanto, no temeremos,
aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;
La palabra nos exhorta para que Dios sea nuestro amparo en medio de las tribulaciones,
que busquemos refugio en Él,
ya que solo Dios nos puede proteger en
medio de la adversidad. La palabra nos recalca en el salmo 23:4 que no debemos temer, ya que Dios es nuestra fortaleza, el salmo dice Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Vamos a la siguiente historia en la vida de Pablo,
donde el incluso llego a pensar que iba a perder la vida. La encontramos en 2 Corintios 1:8-10
8 Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia;
pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos
la esperanza de conservar la vida.
9 Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos;
10 el cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte;
Pablo expresa que solo la confianza en el
poder de Dios lo libró de tal tribulación.
Recordemos que la tribulación es pasajera, pero la palabra de Dios permanece para siempre.
Para finalizar recordemos lo que dice en
Mateo 6:33
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.