VALORAR LO QUE TENEMOS

El dueño de un pequeño negocio,
amigo del gran poeta brasileño Olavo Bilac,
cierto día lo encontró en la calle y le dijo:

—Señor Bilac, necesito vender mi casa,
la que usted tan bien conoce.

¿Podría ayudarme a redactar el aviso para el diario?

Olavo Bilac tomó lápiz y papel y escribió:

“Se vende encantadora propiedad,
donde cantan los pájaros al amanecer
en las extensas arboledas, rodeado por
las cristalinas aguas de un lindo riachuelo.
La casa, bañada por el sol naciente,
ofrece la sombra tranquila
de las tardes en el balcón.”

Algunos meses después, el poeta se encontró
con el comerciante amigo y le preguntó
si ya había vendido el lugar.

—No pensé más en eso —dijo el hombre—. Después que leí el aviso me di cuenta de la maravilla que tenía.

¿Cuántas veces no sabemos apreciar lo que tenemos y vamos tras otras cosas, metas o personas?

¿Hemos hecho el inventario de todas las cosas maravillosas que nos rodean?

Oramos para poder ver y valorar todo lo que nos da Dios en las diferentes áreas de la vida para disfrutar plenamente y no caer en el error de desechar lo que Dios da, Vamos a la biblia  en Génesis 25: 29- 34.
29 Y guisó Jacob un potaje;
y volviendo Esaú del campo, cansado,

30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer
de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado.
Por tanto fue llamado su nombre Edom.
 31 Y Jacob respondió: Véndeme en este
día tu primogenitura.

32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?
33 Y dijo Jacob: Júramelo en este día.
Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. 34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y
del guisado de las lentejas; y él comió y bebió,
y se levantó y se fue.
Así menospreció
Esaú la
primogenitura.

En la historia vemos como Esaú menosprecio lo que tenia ,” la primogenitura “. No la valoro,
por lo que no disfruto de ella.

Para finalizar vamos a la siguiente promesa
de Dios para tu vida en Efesios 3:20       
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas
las cosas mucho más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros

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