ES MEJOR DAR
Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con un profesor, a quien los alumnos consideraban su amigo debido a su bondad para quienes seguían sus instrucciones. Mientras caminaban, vieron en el camino un par de zapatos viejos y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba por terminar sus labores diarias. El alumno dijo al profesor: “Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre”.
Mi querido amigo – le dijo el profesor – nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres.
Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. Coloca una moneda en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando las encuentre.
Eso hizo y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. El hombre pobre, terminó sus tareas, y cruzó el terreno en busca de sus zapatos y su abrigo. Al ponerse el abrigo deslizó el pie en el zapato,
pero al sentir algo adentro, se agachó para ver qué era y encontró la moneda. Pasmado, se preguntó qué podía haber pasado.
Miró la moneda, le dio vuelta y la volvió a mirar. Luego miró a su alrededor, para todos lados, pero no se veía a nadie.
La guardó en el bolsillo y se puso el otro zapato; su sorpresa fue doble al encontrar la otra moneda.
Sus sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta, hablando de su esposa enferma y sin ayuda y de sus hijos que no tenían pan y que debido a una mano desconocida no morirían de hambre.
El estudiante quedó profundamente afectado y se le llenaron
los ojos de lágrimas. Ahora, dijo el profesor ¿no estás más complacido que si le hubieras hecho una broma?
El joven respondió: “Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir”.
Lucas 6:37-38
37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
¿Es mejor dar? O ¿es mejor recibir?
De qué lado es mejor estar: ¿los que reciben o los que dan?
Pensando rápidamente llega a la mente es mejor estar en el lado de los que reciben. definitivamente es mejor recibir.
Pero en la Biblia encontramos que es mejor dar. Es mejor estar del lado de los que dan. Porque para que una persona “pueda dar“, primero debe “tener“, no se puede dar lo que no se tiene.
Esto aplica para todas las áreas de la vida:
Por ejemplo; una persona que enseñe música, debe tener conocimientos previos, de los cuales disfruta. Las personas que lo reciben, aun no lo conocen, están en un proceso.
No puedo dar nada de lo que no tenga, por lo tanto, siempre es mejor dar que recibir.
Adicional, cuando damos sucede algo maravilloso, también recibimos, es decir, damos y recibimos. Por otro lado, el que recibe, solo recibe y no da.
Regresando al ejemplo, el que comparte su conocimiento, recibe más conocimiento.
La analogía perfecta, es la de un bumerán, ya que siempre regresa.
Vamos a:
Hechos 20:35
En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Si das amor, recibirás amor
Si das comprensión, recibirás comprensión.
Si ayudas, Te ayudaran
Para finalizar Recordemos:
Proverbios 28:25
Más el que confía en el Señor prosperará