AVANZAR

Érase una vez, mi padre y yo nos perdimos
en un bosque.Yo debía de tener unos doce o trece años. En cualquier caso, fue en los años 70.

Estábamos de vacaciones y habíamos salido a correr.

Al cabo de más o menos media hora,
mi padre supo la verdad. «Vaya, parece
que nos hemos perdido.»

Caminamos en círculos una y otra vez intentando encontrar el camino, pero no hubo suerte.

Mi padre le pidió indicaciones a dos hombres
cazadores furtivos y ellos nos mandaron
por donde no era.

Me di cuenta de que empezaba a dejarse
arrastrar por el pánico, a pesar de que intentaba ocultármelo. Ya llevábamos varias
horas en el bosque y los dos sabíamos que
mi madre estaría sumida en
un estado de terror absoluto.

En la congregación acababan de
contarme la historia bíblica de los israelitas
por el paso del desierto, Dios los guio, protegió
y dio provisión hasta llevarlos a la tierra prometida,
así que le recordé a mi padre que Dios no nos abandona y protege. Hicimos un alto para orar
para que Dios nos diera paz y poder ver la salida.

Mi padre dijo así es nosotros vivimos por fe,
Dios nos protege y encontraremos el camino a casa, Luego mi padre me dijo: «Si seguimos
avanzando en línea recta, saldremos de aquí»
Y tenía razón. Al final oímos ruidos de carros y llegamos a una carretera principal.

Estábamos a unos dieciocho kilómetros
del pueblo del que habíamos salido.

En la vida puede suceder igual,
podemos encontrarnos perdidos en una crisis nerviosa, ataque de pánico o en depresión,
pero en este momento  debemos recordar que Dios nos guía. Solo debemos avanzar por fe en
medio de la adversidad, Dios esfuerza al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna.

Dios nos guía por medio de su palabra para disfrutar de su reino aquí en la tierra y no nos deja avergonzar.

Recordemos ” el milagro sucede por el poder de Dios”

Para finalizar vamos a la siguiente promesa
de Dios para nuestra vida en Efesios 3:20 
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas
las cosas mucho más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros

 

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