EL LÁPIZ

DIOS

EL LÁPIZ

Primero vamos a ver la siguiente historia: 

El niño miraba al abuelo escribir una carta. En un momento dado, le preguntó: 

–¿Estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? 
¿Es, quizá, una historia sobre mí? 

El abuelo dejó de escribir, sonrió y dijo al nieto: 

–Estoy escribiendo sobre ti, es cierto.

Sin embargo, más importante que las palabras es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas. 

El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada de especial. 

–¡Pero si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida! 

–Todo depende del modo en que mires las cosas.

En el lápiz hay cualidades para tener en cuenta; 

PRIMERA CUALIDAD:
El lápiz puede hacer grandes pinturas y planos maravillosos, pero necesita de una mano. 

Igual nosotros, puedes hacer grandes cosas, pero nunca olvides que existe una mano que guía tus pasos. Esta mano es Dios, el Todopoderoso y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad por medio de su palabra.

Vamos a los siguientes versículos:

 Filipenses 4:13
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

 Juan 15:15
Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada.

 Salmos 23:1
Dios es mi Pastor Nada me faltara.

 Romanos 12:2
Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable.

SEGUNDA CUALIDAD

De vez en cuando necesito dejar de escribir y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final está más afilado. 

Esto lo podemos comparar como si fuera la disciplina de Dios, porque luego de la disciplina avanzas en tu vida espiritual hacia la meta, reinando en vida, vamos a;

Hebreos 12:5-11
5 ¿Acaso olvidaron las palabras de aliento con que Dios les habló a ustedes como a hijos?
Él dijo: 
Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor
y no te des por vencido cuando te corrige.
6 Pues el Señor disciplina a los que ama y castiga a todo el que recibe como hijo.
7 Al soportar esta disciplina divina, recuerden que Dios los trata como a sus propios hijos. ¿Acaso alguien oyó hablar de un hijo que nunca fue disciplinado por su padre?
8 Si Dios no los disciplina a ustedes como lo hace con todos sus hijos, quiere decir que ustedes no son verdaderamente sus hijos, sino ilegítimos.
9 Ya que respetábamos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban , entonces, ¿acaso no deberíamos someternos aún más a la disciplina del Padre de nuestro espíritu, y así vivir para siempre?
10 Pues nuestros padres terrenales nos disciplinaron durante algunos años e hicieron lo mejor que pudieron, pero la disciplina de Dios siempre es buena para nosotros, a fin de que participemos de su santidad. 
11 Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella.

 TERCERA CUALIDAD

El lápiz siempre permite que uses una goma para borrar aquello que está mal.  Entiende que corregir algo que hayas hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia. 

El evangelio son las buenas nuevas,

2 Corintios 5:17
De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.

 Al estar en la palabra, sucede lo sobrenatural, una nueva vida, dice la palabra “las viejas cosas pasaron”

CUARTA CUALIDAD

Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior. 

Debemos estar alerta, vamos a:

Proverbios 4:23
Y sobre todas las cosas, cuida tu mente, porque ella es la fuente de la vida.

Echemos toda nuestra ansiedad en Dios, y sucederá lo sobrenatural:

Filipenses 4:7
 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Para finalizar

              Proverbios 28:25             
Más el que confía en el Señor prosperará.

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