LA ABUNDANCIA (II PARTE)

Hay una promesa maravillosa para los que
le piden a Dios en oración.

Pero antes de ir a leer esta promesa, vamos al siguiente pasaje que nos piden que oremos por algo específico, lo encontramos en Mateo 9: 35 -38
Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulos:
A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies,
que envíe obreros a su mies.

En este pasaje de Mateo 9, Jesús nos anima para incluir la siguiente petición en nuestras oraciones, vamos al versículo 37 y 38

Entonces dijo a sus discípulos:
A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos.
Rogad, pues, al Señor de la mies,
que envíe obreros a su mies.

Dios es quien envía las personas para llevar su palabra, porque es necesaria la paciencia y
el amor para llevar el mensaje y no desistir.

La promesa a las diferentes peticiones que hacemos, incluyendo la que estamos compartiendo el día de hoy, va hacer conforme al versículo que encontramos en:

Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,

La respuesta a nuestra oración va hacer más abundante de lo que pedimos,

Por favor incluir en las oraciones la siguiente petición “Que Dios envié obreros a su mies”

Gracias, cuerpo de Cristo.

Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho

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