LA ABUNDANCIA

La mayoría de las personas en este tiempo piensan que es imposible disfrutar de abundancia en las diferentes áreas de la vida ,por todas las circunstancias que se presentan.

Lo que es imposible para el
hombre es posible para Dios.

Las buenas nuevas nos dice que
“es posible disfrutar de abundancia”.

Jesús dijo Juan 10:10
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Cristo vive en nosotros para darnos vida en abundancia.

Veamos algunos ejemplos que no dan vida:

La frustración es muerte
El odio y resentimiento es muerte
La envidia es muerte
La codicia es muerte
La idolatría es muerte

Ahora veamos algunos versículos
sobre la abundancia 

Primero Colosenses 3:16
 La palabra de cristo more en abundancia en vosotros,

Siempre debemos reconocer que somos
necesitados del Dios vivo, y esto lo logramos con abundancia de la palabra, gracias a nuestra relación personal cada día con Jesucristo el Señor.

Para disfrutar del reino de Dios aquí en la tierra es necesaria la Gracia de manera abundante en nosotros, esto lo encontramos en Romanos 5:17
Pues si por la transgresión de uno solo
 reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

Gracias a la abundancia de la palabra
en el interior, se manifiesta la abundancia en el economía generada por Dios, vamos a 1 Timoteo 6:17
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.

La promesa de la palabra es que Dios nos da abundantemente para que disfrutemos y vamos a 

Proverbios 10:22
la bendición de Jehová es la que enriquece,
Y no añade tristeza con ella

Oramos para que Dios alumbre nuestro
entendimiento con su palabra para disfrutar de lo sobrenatural,de vida y vida en abundancia

Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho

 



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