En Gálatas 3:12 dice
la ley no es de fe.
En el contexto del libro de Gálatas, el apóstol Pablo está abordando la relación entre la ley que es por obras y la gracia que es por fe .
La ley, dada por Dios a través de Moisés, tenía un propósito específico en la vida del pueblo de Israel.
Sin embargo, Pablo nos señala que la ley no es el medio a través del cual se alcanza la justificación ante Dios.
En otras palabras, no podemos depender de nuestras obras, cumpliendo la ley para obtener la salvación; más bien, la fe es el fundamento de nuestra relación con Dios.
Al enfocarnos en la “la ley no es de fe”, somos desafiados a examinar nuestras creencias y prácticas.
¿Estamos confiando en nuestras obras y en el cumplimiento de reglas externas para obtener la aprobación divina, o estamos poniendo nuestra fe en el sacrificio redentor de Jesús en la cruz?
La fe nos libera de la carga de la condenación y nos permite vivir una vida que honre a Dios en gratitud por su gracia.
Bendecidos nuestra justificación y aceptación no se basan en nuestras obras, sino en la obra consumada de Jesús.
Para finalizar, debemos tener presente lo que dice en
1 de Corintio s 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”