MI PADRE
Una joven fue a visitar un fin de semana a sus padres que vivían en la montaña, a unas cuantas horas de la ciudad.
No deseaba regresar a la ciudad, pero era ya de noche del día domingo y debía de tomar el camino a casa.
Al avanzar por el camino la joven se dio cuenta que había tramos muy difíciles, por una lluvia que había caído en la tarde. Llego a un punto donde las llantas patinaban en el lodo y se atascó, no pudo avanzar.
Era de noche y el camino era muy oscuro, sin embargo, nadie pasaba para pedirle ayuda, pero la joven vio unas luces a lo lejos, era un auto a mucha velocidad, al pasar reconoció que era su papá, increíble paso tan rápido que ni la reconoció. Su papá no le ayudo.
Entonces continuaba tratando de sacar el auto, pero al hacerlo mas se hundía en el lodo.
Apareció un auto que venía de regreso, la joven le hizo señales y se detuvo, cual sorpresa se llevó la joven, al ver que era su papá, en un enorme tractor.
Al verlo, la joven le reclamo porque había pasado a alta velocidad y no le había ayudado la primera vez.
El padre respondió:
Pase a alta velocidad y no me detuve, porque también hubiera quedado atrapado en el lodo, así que pase a alta velocidad, para ir donde un amigo para que me prestara el tractor y venir a ayudarte, soy tu papá.
Así como en la historia, nosotros queremos que la dificultad se solucione como creemos, puede hasta aparecer el engaño, mi Papá Dios no me ayuda, porque pasan los días, meses, años y no vemos la respuesta.
Vamos a la biblia:
Mateo 7:9-11
9 »¿Le daría alguno de ustedes una piedra a su hijo si le pide pan?
10 ¿O le daría una serpiente si le pide un pescado?
11 Pues si ustedes, aun siendo malos, saben cómo darles cosas buenas a sus hijos, imagínense cuánto más dispuesto estará su Padre celestial a darles lo que le pidan.
Si tu padre natural está dispuesto a ayudarte, dice el versículo 11:
“imagínense cuánto más dispuesto estará su Padre celestial a darles lo que le pidan.”
Dios siempre está dispuesto a ayudarnos, solo que como en la historia, la joven deseaba que su padre le ayudara cuando paso la primera vez, pero el padre no lo hizo. Ya que él conocía la manera correcta de sacarla del problema, respuesta que ella desconocía.
La palabra dice:
Hebreos 13:5-6
Porque Dios dijo: «Nunca te abandonaré ni te dejaré solo».
6 Así podremos decir confiadamente:
El Señor es mi ayudador; no tendré miedo.
Hoy nos levantamos conociendo y con total seguridad que:
Dios es tu ayudador.
Para finalizar Recordemos:
Proverbios 28:25
Más el que confía en el Señor prosperará